Inspección
La inspección nació como consecuencia de la división y especialización del trabajo. Unas personas realizaban operaciones elementales de fabricación, montaje o empaquetado, por ejemplo, y otras miden o controlan si lo ejecutado está o no de acuerdo con los planes o especificaciones. Esta últimas personas, los verificadores, se encargan de separar las piezas o productos conformes de los no conformes, apartando éstos del flujo de producción. Con los productos no conformes se toman, posteriormente, decisiones sobre su recuperación o destino a chatarra.
Un concepto moderno de la gestión de la calidad incluye, por supuesto, la inspección, pero no con el criterio de separar lo bueno de lo malo, sino para confirmar que el sistema de calidad funciona según lo previsto. Los controles 100% se mantienen, pero se limitan a aquellas características importantes del producto, seleccionadas según los criterios de seguridad, funcionalidad o cumplimiento de normativas oficiales.
En el resto de características, la inspección se hace por muestreo, y aplicando técnicas estadísticas para el análisis y evaluación de resultados y mediante auditorías internas.
Las auditorías de calidad de producto terminado consiste en medir exhaustivamente pocas unidades para tener un historial de cómo evoluciona la calidad del producto. Esto puede hacerse con una pequeña muestra (3 0 5 unidades) pero manteniendo una periodicidad en el tiempo(por turno, por día o por semana para productos más complejos).